La emisión sindicada realizada el miércoles pasado ha sido interpretada como un indicativo del apoyo del mercado al plan de financiación del Tesoro para este año, de acuerdo con su director general, Álvaro López Barceló. Además, en los primeros días del año, se ha notado un gran interés por parte de los inversionistas individuales en adquirir deuda soberana española, especialmente letras del Tesoro, debido a su alta rentabilidad en comparación con cualquier depósito. Aunque sus compras no son decisivas para la solidez de la deuda, la compra de títulos por parte de los particulares a través de la página web del Tesoro ha experimentado un aumento significativo.
Como explicó López Barceló en una entrevista con Cinco Días, “el año pasado, los particulares hicieron peticiones por valor de 400 millones de euros a través de nuestra página web y en lo que va de 2023, ya hemos alcanzado prácticamente esta cantidad”. Esta cifra incluye también las solicitudes realizadas en las oficinas del Banco de España y en las oficinas bancarias, lo que refleja un aumento en la demanda minorista de la deuda. Sin embargo, este interés no alterará el plan de financiación previsto para 2023, en el que se buscará evitar la disminución de la vida media de la deuda como medio de garantizar su solidez a medio y largo plazo.
Según López Barceló, la primera emisión sindicada del año “nos brinda la confianza de que seguimos contando con la demanda en los vencimientos largos”. En esta emisión, el Tesoro vendió 13.000 millones en bonos a 10 años, en la segunda emisión sindicada más grande de su historia, y fue la emisión que más peticiones recibió entre las realizadas por un soberano europeo al comienzo del año, por un total de 86.000 millones.
En un año electoral, la prioridad es mantener la credibilidad entre los grandes inversores institucionales. El director general del Tesoro afirma que “los inversores internacionales nos transmiten una visión unánime de confianza en la economía española. Confían en el medio y largo plazo y en la fortaleza que España ha demostrado en un contexto económico incierto e incierto”. Además, el ruido político antes de las elecciones generales que se celebrarán este año tampoco será un obstáculo. “No percibimos preocupación sobre las elecciones. El plan presupuestario para los próximos años, que prevé que la deuda caiga por debajo del 120% del PIB en 2025, muestra el compromiso con la reducción de la deuda y una trayectoria fiscal responsable”, agrega. En definitiva, la rotunda emisión sindicada y el interés de los particulares por la deuda soberana española son una muestra de la confianza del mercado en el Tesoro y en la economía española.
